Las historias de emprendimiento motivan, ilusionan y enseñan. Por ello, el pasado jueves 3 de noviembre, Pablo López, CEO cofundador de Silbon, participó en una nueva edición de nuestro ciclo de conferencias y coloquios Puertanueva Talks, dirigido a nuestros residentes.
Bajo el nombre “Una historia de emprendimiento”, el fundador de la compañía hizo un repaso de la evolución de su empresa desde los inicios hasta su internacionalización, para mostrar a los estudiantes que “es posible emprender” y las claves para hacerlo con éxito.
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, López trabajó antes de lanzar Silbon en compañías como Deloitte, Grupo Sánchez-Ramade y Grupo Montealto, en las que adquirió experiencias y competencias que le permitieron desarrollar su idea de negocio. Explicó a los estudiantes la necesidad de esta formación y experiencia para enfrentarse al reto de emprender: “estar muy bien formado es vital”, reconoció.
Cuenta que comenzó en el piso de su abuela comercializando americanas entre conocidos junto a un socio, actividad que por entonces compatibilizaba con su trabajo de auditor financiero. En esos momentos, antes de abrir su primera tienda en 2010, y con las limitaciones de empezar tan pequeños, consideraba que sin dinero para crecer “no teníamos nada”. Pero, como recuerda, “no nos dábamos cuenta que teníamos valores como el coraje, la fuerza, la amistad o la ilusión, y eso era lo más importante”. En estos años, Silbon ha crecido hasta facturar 20 millones de euros anuales mediante su tienda online, puntos de venta en los principales players del sector retail (El Corte Inglés, Zalando, etc.) y tiendas propias en la mayoría de las capitales españolas y París.
A través de la historia de su empresa, Pablo López ofreció diferentes consejos a los residentes, como evitar ponerte limitaciones: “no hay que ser grandes genios para poder emprender, hay oportunidades de negocio pequeñas que hay que detectarlas”.
Motivación e ilusión para emprender
El fundador de Silbon explicó a los estudiantes que en su día a día mantiene retos y responsabilidades, como el ser un motivador con su equipo, porque “no hay nada más potente que alguien trabajando motivado e ilusionado”.
Antes de finalizar, los residentes pudieron conversar con Pablo López, que a través de sus respuestas animó a los jóvenes a dedicar sus vidas a algo que les apasione, “porque no hay mejor regalo que ese. Ahí el trabajo deja de ser trabajo, y eso es lo más bonito que hay”.