Con motivo de la celebración del inicio de este nuevo curso universitario 2021-2022 en la UCO, el equipo directivo de Residencia Universitaria Puertanueva organizó el pasado 19 de Septiembre, una jornada de convivencia con nuestros residentes. Con ello, queremos y deseamos compartir con ellos los valores humanos y académicos que caracterizan nuestro proyecto y que seguro les acompañarán a lo largo de este curso y de sus proyectos vitales individuales.
Fue una jornada organizada con cariño y culminada con la visita a “Las Ermitas” del Desierto de Ntra. Señora de Belén, situadas en una de las cimas de la Sierra de Córdoba. Este recinto acoge la espectacular estatua del Sagrado Corazón de Jesús que con sus cerca de 30 metros de altura –500m sobre el nivel del mar– domina la ciudad y toda la Vega del Guadalquivir.
El domingo por la mañana salimos todos juntos de la Residencia listos para disfrutar de un día de finales de verano en Córdoba. Iniciamos la ascensión por la Sierra de Córdoba por el sendero que lleva a “Las Ermitas” incrustadas en lo alto de una loma de Sierra Morena a pocos quilómetros de la ciudad y rodeadas de un paisaje y vegetación idílicos.
“Las Ermitas” de Córdoba fueron construidas entre 1703 y 1709 por una serie de ermitaños para iniciar y continuar una vida contemplativa y de retiro espiritual y austero. Sin embargo, hay constancia que desde varios siglos antes hubo otros ermitaños que vivieron en cuevas de la misma zona. El último de los eremitas falleció en 1957, estando “Las Ermitas” desde entonces a cargo de los carmelitas descalzos.
Comenzamos, pues, la jornada, organizados en varios grupos encabezados cada uno de ellos por un residente veterano, subimos el escarpado camino con alegría y buen ánimo. Realizamos varias paradas en distintos miradores donde contemplamos la ciudad de Córdoba desde las alturas y nuestro Director, Miguel Ángel Peña, esbozó distintos aspectos históricos y geográficos de la ciudad desconocidos para muchos; como puede ser que desde los miradores más altos se pueden observar África y el Atlas en los días claros.
Llegados a “Las Ermitas” y saciada nuestra sed con el agua fresca de los botijos del lugar, recorrimos tan íntimo y esplendoroso conjunto para descansar en una de las ermitas tan meritoriamente restauradas por la Asociación de Amigos de las Ermitas con su esfuerzo y buen hacer. Allí disfrutamos de un “picnic” trasladado expresamente desde la cocina de nuestra Residencia y conocimos por boca del Presidente de su sección juvenil, Juanma Fernández Ibáñez, de la infatigable labor de esta asociación en el cuidado, restauración y puesta en valor de este conjunto patrimonial, como ejemplo de compromiso de cada uno de ellos con la sociedad y con nuestra nación como proyectos realizadores.
Acabado el picnic, comenzamos la yincana que habíamos preparado al detalle relacionada con la Historia del lugar y durante la que los chicos pusieron a prueba su ingenio y destreza a la hora de dilucidar las distintas pistas que iban encontrando a lo largo del recorrido. Una prueba lúdica y divertida con la que quisimos estrechar lazos entre nuestros residentes, miembros ya de la familia Puertanueva, y con la que buscamos ese rato de camaradería y sonrisa indispensable para el inicio de un nuevo curso que exigirá lo mejor de ellos mismos.
Al comenzar a caer la tarde emprendimos la marcha de regreso por la Cuesta de los Pobres hasta la Residencia en una jornada de bienvenida del curso inolvidable de la que sin duda todos guardaremos un bonito recuerdo.