CARTA DEL DIRECTOR: BALANCE DE UN AÑO SINGULAR

Los finales de curso siempre tienen algo especial. Una mezcla de nostalgia por lo que termina y de ilusión por el curso que pronto comenzará. Estos días en Puertanueva, nos encontramos preparando el acto de clausura de curso, siendo la recta final que nos invita a hacer balance de un año singular. 

Este curso, inevitablemente marcado a nivel global por la pandemia, nos ha supuesto a todos un esfuerzo especial. Hemos afrontado grandes retos inesperados, de forma colectiva toda la sociedad, pero también la familia que conformamos quienes vivimos Puertanueva. Por eso se hace obligado y da alegría escribir esta carta de agradecimiento a toda nuestra familia por la confianza y el esfuerzo que han puesto: a todos y cada uno de los residentes, a sus padres, a profesores y amigos que nos visitan y nos dan tanto, y por supuesto a todo el equipo que cuida cada día de todos nosotros (Claudia, Álvaro, Ana, Antonio, Lucía, Clara, Sol, Juan Carlos, Mario y Jesús Manuel).

San Agustín decía “Procurad vivir tiempos interesantes”… y vaya si lo han sido. Tiempos de esfuerzo que te llevan a pensar por el sentido de las cosas y a qué estás dedicando tantas energías. El mundo de la educación es complejo, requiere torrentes de ilusión, paciencia e “hilar fino”, pero no se me ocurre una labor a la que merezca más la pena dedicar una vida.

Para Puertanueva este año ha sido especialmente importante, un año de revolución, una revolución positiva. Hace tiempo escuchaba una disertación en la que se explicaba que el termino “revolución” (del latín “revolutio”) tiene una acepción que significa “volver a ser”.  En Puertanueva, tras cerca de 40 años de recorrido, en el 2018 se llevó a cabo una profunda reforma de instalaciones, para que nuestra residencia pudiera seguir sirviendo a su fin con el mismo espíritu fresco e ilusionado que siempre tuvo.

Esta reforma, que nos ha dotado de una de las mejores instalaciones de alojamiento universitario de España, plasmaba también un cambio generacional entre sus promotores. Fallecido su brillante fundador, don Juan Carlos Aguilar de Alba, recogió el testigo su familia, una nueva generación que vino a revitalizar el espíritu de Puertanueva. Un espíritu de vocación de servicio e implicación en el desarrollo académico y personal de los universitarios que viven y forman parte de Puertanueva. Esta reforma de instalaciones lograba que el continente, el edificio, respondiera al mismo elevado estándar de calidad de su contenido.

Este edificio inevitablemente acusaba ya los signos de los años. Por ello se aprovechó la ocasión para levantar un nuevo edificio singular, dotado de las últimas tecnologías: domótica, apertura inteligente de puertas, climatización independiente en cada habitación, cocina de vanguardia, etc. Todo el esfuerzo en que el edificio volviese a estar a la altura del proyecto inevitablemente supuso un comenzar de cero. Un año de cierre por obras, reapertura, nuevos residentes, comenzar a preparar la masa madre de cero, sin el fermento que suponen residentes veteranos que son una parte tan importante de la familia. 

Dos años y una pandemia después, hemos llevado a cabo entre todos un esfuerzo de reflexión sobre quiénes somos y por qué hacemos las cosas. 

Acceder a la Universidad (más allá de las fortalezas y debilidades que esta institución presente en cada época) es una oportunidad única, un fantástico camino. Debemos de ser conscientes de lo privilegiados que somos de haber podido escoger formarnos en aquello que nos gusta, aquello por lo que sentimos una especial atracción o una vocación. 

Estamos convencidos de que los años en que un estudiante deja su casa para ir a estudiar en la Universidad son probablemente la etapa más valiosa de sus vidas, la que le llevará a sus logros futuros (personal, familiar y profesionalmente). Son años en los que dan forma a quienes serán en el futuro. Y es algo que construyen paso a paso, desde el primer día, en el que salidos del cascarón familiar, empiezan a tomar sus propias decisiones. Sin darse cuenta, los estudios que han escogido, los amigos de los que se rodean, los hábitos que desarrollan, van a potenciar o lastrar toda su capacidad, que es mucha más de la que ellos creen. Por eso es importante rodearles de buenos referentes, que se esfuercen por brindarles un buen ejemplo, que desinteresadamente les proporcionen información de calidad, y que les ayuden a formarse su propio criterio. Un criterio propio, libre, pero bien formado.

Por todo ello, en Puertanueva queremos acompañaros en estos años, implicándonos en vuestras inquietudes y preocupaciones. Lo hacemos con el mayor respeto a vuestra libertad, pero sin faltar a nuestra obligación de brindaros consejo, con la perspectiva de 40 años de dedicación a esta labor, e información, para lo que os ponemos en contacto con prestigiosos profesionales de primera línea empresarial, académica o investigadora. 

Este año hemos hecho, como decía, un esfuerzo por recuperar plenamente el espíritu de Puertanueva. Ha sido un esfuerzo de todos porque responde a un estándar exigente. 

Pero estamos convencidos de que eso es lo que da sentido a nuestra labor, estimular a nuestros residentes a llegar más allá de lo que se creen capaces, y hacerlo con el cariño de una familia.

Este sitio web utiliza cookies propias para ofrecer un mejor servicio. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. Encontrará más información en nuestra Política de cookies

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar